lunes, 10 de agosto de 2009

Puerto Viejo-Cocles- Playa Chiquita















foto


Ainoa y yo en Punta Uva en nuestra escapada de fin de semana

domingo, 9 de agosto de 2009

Otro día de Aventuras Gandoqueñas

Hola!!!
Como va por ahí?
Yo no se si voy a poder volver a urbanizarme de nuevo.
En cuanto al proyecto, mejor no hacer comentarios, porque día a día me desespera más la situación, pero bueno, al menos parece que voy a dar educación ambiental. No es para nada lo que había venido a hacer, pero… al menos me gusta y tiene algo que ver con lo que yo hago.
Pero a lo que iba…
Llevamos desde el domingo que vinimos de la otra aventura sin ver el sol. Todos los días lloviendo, todos los días con los pies dentro de los charcos y la ropa mojada.
Pero ayer, apareció u rayo de sol, y nos propusieron ir a ver el río y comer frutas.
Lógicamente Ainoa y yo nos apuntamos sin pensarlo.
No habíamos dado ni tres pasos cuando empezó a llover, pero decidimos seguir. Cuando llegamos al camino donde habíamos quedado con Jluis ( que nos enseño una coral chiquitita) y otro amigo, empezó a diluviar, pero como ya estábamos empapadas decidimos que queríamos ir. Estos nos miraron con caras de que estamos locas y nada allí nos fuimos, empezamos a cruzar fincas, a hundirnos por el terreno…
Al principio la preocupación era el no manchar mucho la bota, luego el que no rebosara por encima de la bota y luego el no quedarse atascado...
Increíble, no puedo describir la felicidad.
Andando por mitad de la selva machete en mano abriendo camino, con el agua y el barro hasta la cadera, diluviando, sin saber por donde andas ni lo que hay bajo el agua turbia (como un raid a lo bestia, os encantaría)
Después de cruzar barias quebradas (riachuelos) llegamos al río, ufff impresionante, estaba altísimo, (no tengo fotos, con la que caía menos mal que no llevamos la cámara)
Y nada allí empapados y llenos de barro, empezamos a comer caña de azúcar (más buena que en cuba) hasta llegar a un palo (árbol) de caimitos amarillos (no se como se escribe) y se subieron cuales monos y empezaron a tirarnos frutas que nos habrían con los machetes y nos los comíamos con las manos mientras que nos chorreaba por toda la cara. Todas las manos y la boca pegadas, por que el borde tiene como un pegamento que dura horas (eso lo aprendí tras comerme el primero hace unos días. Jluis nos los trajo pero se calló ese detalle y se estuvo riendo horas) pero están buenísimos.
Llenamos las mochilas con más y comenzamos el camino de vuelta.
De regreso, pude aprender como huele cuando hay una serpiente cerca y que cuando el machete está sucio se le da un puñetazo al caimito y tb se puede abrir.
Jajajjaa
La excursión fue increíble, la lástima que no vimos ningún animal, pero nos dijeron que con la que caía era normal no ver ninguno, así que… lo seguiremos intentando.
Definitivamente, creo que me encanta vivir así, cada día estoy más asilvestrada y el caminar hundiéndome en el barro y casi nadar por el camino se me está haciendo lo normal.
Me encanta.

lunes, 3 de agosto de 2009

Viaje Fin de Semana:

Biennnnnnnn
Sí, por fin hemos salido un par de días.
El viernes nos despertamos a las 5 de la mañana y como por fin no llovía decidimos irnos, tras varios problemillas para salir de este pueblo perdido en el Caribe Costarricense, al final salimos en el coche de Oscar, una ranchera roja que emplea cuando le viene en gana como taxi. Como ya íbamos tarde para pillar el autobús decidimos ir directamente en coche hasta Puerto Viejo, nos llevo por un camino precioso por la selva y lo mejor de todo , llegamos vivas, que hubo momentos que nos veíamos violadas y descuartizadas, jijiji.
Tras unas compras en busca de tiamina y mas repelentes nuevos (no perdemos la esperanza q alguno funcione)y una vueltecita por Puerto Viejo, nos colocamos una sonrisa de oreja a oreja y comenzamos a andar dirección Manzanillo.
Que maravilla, un calor horrible y eso que eran como las 9 de la mañana, pero daba igual, mariposas, pájaros, cangrejos de colores, playas impresionantes, plena desconexión de todo.
Al llegar a Cocles, estábamos muertas de hambre, y justo delante un lugar que la guía recomendaba, faltaba media hora para que dieran almuerzos, así que andamos un poco más y encontramos unas cabinas baratas y muy bonitas, AISS y con agua CALIENTE!!!!!! Tiramos las cosas, nos dimos una buena ducha caliente y fuimos a comer.
La comida increíble, y la atención inmejorable y las dos súper contentas haciéndonos fotos sin parar.
Al día siguiente seguimos andando, pero no encontrábamos alojamiento, unos muy caros y otros lejos de la playa. Comimos en Punta Uva , y parecía que teníamos hasta alojamiento en el centro de buceo de allí, pero al final ,no nos pudieron dar y uno de los argentinos que llevaba el centro, nos ofreció alojamiento en su casa, en playa Chiquita, pero como no sabíamos si había que pagarlo en carnes decidimos seguir buscando.
No sabíamos si ir a Manzanillo o volver a Cocles, pero justo pasó el bus a Manzanillo así que lo cogimos pensando que era una señal, jajajja pero según nos bajamos se parecía mucho a Gandoca, y vimos que el bus se volvía , así que corrimos y nos montamos otra vez, jajajaj
Volvimos a dormir en el mismo sitio y a comer también, el chico ya nos conocía y nos invito a café rico y a cervezas, así que mucho mejor.
El domingo lo queríamos pasar entero en la playa tomando el sol , hasta coger el bus para Manzanillo a las 12 de la mañana, pero nos llovió, así que nos dimos dos duchas calientes más, (yo no se el número de duchas que nos pudimos dar en estos días jajaja)
Al llegar a Manzanillo teníamos miedo de no ver a JLuis y que nos hubiera dejado tiradas porque llovía, pero ahí estaba; habíamos quedado con él para volvernos andando a Gandoca, así que nos tomamos unas cervecitas y comenzamos la excursión, jajajaj
Seguimos teniendo problemas con la comunicación y el “camino” no estaba muy bien, (lo que viene a ser atravesar la selva tras toda una noche y una mañana lloviendo, subiendo y bajando lomas jajajaj pero lo pasamos de lujo y no nos mordió ninguna terciopelo (cosa que parecía increíble cuando la vegetación te llegaba apenas por la cintura), eso sí, llegamos de noche completamente empapados en una mezcla de barro, lluvia, sudor, salitre… hasta en las orejas con aún más picaduras, con espinitas por los pies, con heridas… cuando nos vio la vieja aparecer casi le da algo, jajajaja
A mi me recordaba a los campamentos y a… barro barro! Jajaja.
La verdad que fue la mejor manera de volver aquí, yo creo que descargamos un montón y hemos llegado, más relajadas, positivas y cargadas de energía, luz y paciencia.
Llegamos a la hora de patrullar, pero seguía cayendo muchísima agua y el nivel del mar está tan alto que apenas hay playa, así que duchita (esta vez fría) para sacarnos hasta los peces que llevábamos atascados en el barro de las orejas y a la camita.
Esta mañana nos hemos despertado con la sonrisa puesta, la verdad que las cosas no han cambiado, el ritmo sigue tan caribeño como siempre, seguimos andando todo el día por los charcos y con barro hasta las orejas, pero al menos nosotras ahora hemos aprendido a no tomárnoslo tan a pecho y a disfrutar de lo que tenemos, que la verdad que no todos los días paseas entre los monos, tucanes, mil mariposas, iguanas… y en tu puerta del dormitorio tienes caballos, gallinas, colibris, cangrejos y un largo etc de bichos ya sin meterme en la vegetación.
Al final, no se llevaron a la gatita, así que Pulgui sigue viviendo con nosotras.
Era curioso por que en todos los sitios, siempre hemos estado con perros y gatos que se venían con nosotras ha sido genial.
Os dejo pero con una gran sonrisa para todos.
Muchísimas gracias a todos y especialmente a aquellos que me mandáis mensajes y me ayudáis a sonreír cuando me cuesta un poquito más.
Os quiero

Elena(*)
P.D: Cris, yo te mando fotitos de bichos si tú me mandas del nano, estará grandísimo