lunes, 19 de octubre de 2009

Es realmente bueno, es malo…

Quien sabe.

Me estaba lamentando por como van aquí las cosas. Porque no todo estaba transcurriendo como yo había pensado y resulta que justo porque las cosas en el proyecto no van muy bien y por que el trabajo es escaso, empezamos a movernos, a ver asociaciones, centros de recuperación de animales y cosas en las que poder ayudar o sitios que poder visitar.

Y… llevamos ya dos fines de semana ayudando en el centro de recuperación de animales Jaguar, en Cocles, Puerto Viejo.

Los dueños son un Italiano y una Catalana un poco suyos, pero bueno poco a poco nos vamos haciendo y la verdad que muy bien.

Estoy aprendiendo cosillas y cumpliendo otro sueño más. Os acordáis de unas de mis primeras entradas que os hablaba de Gorilas en la niebla? Ahora hasta conozco a Ángela, una catalana que estuvo haciendo la tesis con ella. :D

El trabajo en el centro es increíble. Un poco cansado porque me tengo que despertar en Gandoca a las 4 de la madrugada, agarrar un taxi hasta la salida, un bus hasta puerto y andar algo más de una hora hasta el centro de recuperación y allí desde que empiezo a preparar comidas a las 6 de la mañana no para hasta que limpio el ultimo biberón sobre las 4:30 de la tarde. A eso, el día que volvemos a Gandoca, hay que añadirle ducharte corriendo, intentar pillar el bus que va de Manzanillo a Puerto, o que alguien te lleve para agarrar el autobús de Puerto a Sixaola y allí tener suerte que algún taxista te quiera meter a Gandoca a esas horas, llegando aquí sobre las 9 de la noche. Vamos, en resumen, una paliza en toda regla.

El caso es que lo hago encantada, porque estar todo el día con un bebe de congo en la cabeza o en la cadera no tiene precio. Porque si le sumamos el sacar a las crías de perezosos, tanto de dos como de tres uñas, a los árboles al sol ya es mágico; pero además estar con Jaguarundi, Margay, mapachitos, una martilla, Opposum, un Tucán pico iris, un búho, serpientes venenosas y caballos preciosos… No se para mi es otro sueño más hecho realidad.
Uno de mis momentos preferidos es cuando nos llevamos a las crías de congos al bosque, más o menos sobre las 12:30. Allí, cual niñera, me tumbo en una mantita a verlas jugar, trepar por los árboles, bajar y jugar conmigo, echarse la siesta entre mis brazos y cuando hay suerte hasta observarlas coquetear con un par de machos salvajes que vienen a verlas. Es una pasada, una de ellas yo creo que en nada se ira con los machos, lo que significa un éxito más de reintroducción de especies salvajes.












3 comentarios:

  1. uuuuooooooooooooooooooooohhhhh!!!!! ahora si q me das envidia!!!!si me kitas a las bichas del centro yo tb me voy a cuidar a los monitos y demas...weno peke, lo ves???una experiencia unica, ya te lo dije, sueños cumplidos y miles de recuerdos para toda una vida, pero....vuelve ya...porfi....jejejeje....mil besos te kiero Marta

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  2. hola prima.aqui me tienes en casa de tu madre obligandome a escribir y es que no te escribo porque de verdad es que no tengo na pero na de tiempo. con el niño y que ahora ya por fin nos vamos a nuestro piso en navalcarnero.... En fin ya sabes como son aqui las cosas. y ya se que te tengo q mandar fotos del enano porque si le ves no lo conoces.
    me parece increible lo que estas viviendo alli. que sepas q estas cumpliendo tambien mi sueño. bueno prima nos tenemos que ir con las otras fieras de aqui. un besito y a ver si puedo escribirte. chao

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  3. HOLA ELENAA!!! no habia visto esta pagina hasta el dia de hoy, jeje.

    TE VEO EN TU SALSA!! : )
    Es decir, disfrutando como una enana, me alegro mucho!!

    Bueno, ya ire siguiendo tus hazañas con los animalillos por aki mas amenudo.

    Mil besos y disfruta la experiencia que esto solo pasa una vez en la vida!!

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