Quien sabe.
Me estaba lamentando por como van aquí las cosas. Porque no todo estaba transcurriendo como yo había pensado y resulta que justo porque las cosas en el proyecto no van muy bien y por que el trabajo es escaso, empezamos a movernos, a ver asociaciones, centros de recuperación de animales y cosas en las que poder ayudar o sitios que poder visitar.
Y… llevamos ya dos fines de semana ayudando en el centro de recuperación de animales Jaguar, en Cocles, Puerto Viejo.
Los dueños son un Italiano y una Catalana un poco suyos, pero bueno poco a poco nos vamos haciendo y la verdad que muy bien.
Estoy aprendiendo cosillas y cumpliendo otro sueño más. Os acordáis de unas de mis primeras entradas que os hablaba de Gorilas en la niebla? Ahora hasta conozco a Ángela, una catalana que estuvo haciendo la tesis con ella. :D
El trabajo en el centro es increíble. Un poco cansado porque me tengo que despertar en Gandoca a las 4 de la madrugada, agarrar un taxi hasta la salida, un bus hasta puerto y andar algo más de una hora hasta el centro de recuperación y allí desde que empiezo a preparar comidas a las 6 de la mañana no para hasta que limpio el ultimo biberón sobre las 4:30 de la tarde. A eso, el día que volvemos a Gandoca, hay que añadirle ducharte corriendo, intentar pillar el bus que va de Manzanillo a Puerto, o que alguien te lleve para agarrar el autobús de Puerto a Sixaola y allí tener suerte que algún taxista te quiera meter a Gandoca a esas horas, llegando aquí sobre las 9 de la noche. Vamos, en resumen, una paliza en toda regla.
El caso es que lo hago encantada, porque estar todo el día con un bebe de congo en la cabeza o en la cadera no tiene precio. Porque si le sumamos el sacar a las crías de perezosos, tanto de dos como de tres uñas, a los árboles al sol ya es mágico; pero además estar con Jaguarundi, Margay, mapachitos, una martilla, Opposum, un Tucán pico iris, un búho, serpientes venenosas y caballos preciosos… No se para mi es otro sueño más hecho realidad.
Uno de mis momentos preferidos es cuando nos llevamos a las crías de congos al bosque, más o menos sobre las 12:30. Allí, cual niñera, me tumbo en una mantita a verlas jugar, trepar por los árboles, bajar y jugar conmigo, echarse la siesta entre mis brazos y cuando hay suerte hasta observarlas coquetear con un par de machos salvajes que vienen a verlas. Es una pasada, una de ellas yo creo que en nada se ira con los machos, lo que significa un éxito más de reintroducción de especies salvajes.
lunes, 19 de octubre de 2009
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uuuuooooooooooooooooooooohhhhh!!!!! ahora si q me das envidia!!!!si me kitas a las bichas del centro yo tb me voy a cuidar a los monitos y demas...weno peke, lo ves???una experiencia unica, ya te lo dije, sueños cumplidos y miles de recuerdos para toda una vida, pero....vuelve ya...porfi....jejejeje....mil besos te kiero Marta
ResponderEliminarhola prima.aqui me tienes en casa de tu madre obligandome a escribir y es que no te escribo porque de verdad es que no tengo na pero na de tiempo. con el niño y que ahora ya por fin nos vamos a nuestro piso en navalcarnero.... En fin ya sabes como son aqui las cosas. y ya se que te tengo q mandar fotos del enano porque si le ves no lo conoces.
ResponderEliminarme parece increible lo que estas viviendo alli. que sepas q estas cumpliendo tambien mi sueño. bueno prima nos tenemos que ir con las otras fieras de aqui. un besito y a ver si puedo escribirte. chao
HOLA ELENAA!!! no habia visto esta pagina hasta el dia de hoy, jeje.
ResponderEliminarTE VEO EN TU SALSA!! : )
Es decir, disfrutando como una enana, me alegro mucho!!
Bueno, ya ire siguiendo tus hazañas con los animalillos por aki mas amenudo.
Mil besos y disfruta la experiencia que esto solo pasa una vez en la vida!!